sábado, 17 de julio de 2010

LECCIONES DE LA NATURALEZA

La vida es como un río con el cauce bien definido. Donde sus aguas fluyen de manera tranquila y serena.
Es totalmente cierto que las cosas pasan por algo. Nos cuesta entender porque los ríos deben desviarse en distintas direcciones o separarse en diferentes afluentes.
Esto simplemente sucede por un motivo en especial o una razón en particular, que solo Dios conoce las razones de los giros y desvíos de nuestro camino.
Los ríos son cuerpos celestes que conforman los paisajes de la Tierra. Y así mismo tiene que ser nuestra vida, transparente y nítida, igual que la claridad del líquido que los compone.
No olviden que todo arroyo desemboca en un desenlace inesperado. Un lago escondido, una maravillosa catarata, un inmenso mar…
Así que no vamos a saber a ciencia cierta, cuál será el final de nuestro riachuelo. Solo espera atento y ten fe, confía en que lo mejor siempre está por venir.
Jamás ignores el hecho que al nadar, debes afrontar obstáculos sólidos y fuertes. Grandes y puntiagudas rocas, con las que se choca todo el tiempo.
No obstante; sigue adelante. Porque después de un trayecto rocoso, siempre habrá un camino donde las aguas se calmen.
Nunca dudes en seguir siempre tus principios, hacerle caso a tu instinto y escuchar la voz de tu corazón; es decir, no tengas miedo en nadar contra corriente.
Sin lugar a dudas, no podemos evitar que al navegar sintamos miedo, frustración, desconfianza o incertidumbre acerca del rumbo de nuestro viaje; pero mejor rema con fuerza, energía, optimismo, y confianza, y te aseguro que nunca naufragarás.
Recuérdalo, nuestra vida es como un río donde…
Todo pasa, todo sigue, todo fluye….
No fuerces nada, deja que las aguas d
e tu río te muestren el camino…
Autor: MSR. 17-07-10

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