viernes, 3 de septiembre de 2010

ALMA DE NIÑA



Estoy a punto de soplar
veintiún velitas en el pastel.

Esa edad anhelada por muchos,
pasaporte para la vida adulta.

“Como pasa de rápido el
tiempo” decimos todos.

Aunque los años aumentan,
hay cosas que nunca cambian.

Sentimientos que no varían,
acciones que permanecen igual.


Todavía....


Dibujo estrellas y corazones
en el borde de mis cuadernos.

Los helados y los brownies
representan chispas de alegría.

Me gusta trenzar mi pelo y así
recordar viejos tiempos.

Las camisas de caricaturas
forman parte de mi vestimenta.

Me cuesta conciliar el sueño
por las emociones del siguiente día.

Me encanta jugar con la tibia arena y
la salada agua de mar.

Cuando compro ropa y zapatos
mi madre sigue siendo mi fiel asesora.

En las noches cuando me desvelo,
mi padre me cobija del frío.

Aún estando en la universidad,
escucho los silbidos de mi abuelo al llegar.

No me importa sentarme en el piso,
para tratar de resolver el mundo.

Soy un poco curiosa, por lo que
pregunto cada detalle de una historia.

A veces me río sin cesar,
y otras simplemente no puedo parar.

Amo las sorpresas inesperadas que
se esconden detrás del papel de regalo.

Tengo un gran entusiasmo por
las cosas sencillas de la vida.

Mi imaginación es mi compañera,
aventuras e ideas fabrica sin cesar.

Me imagino sentada en el regazo de la
Virgen María jugando con el niño Jesús.

Mis sonrisas y mis lágrimas reflejan
el estado de mi alma y de mi corazón.

Me gusta ver películas, leer y colorear.
Además, jugar, bailar y cantar.

Tengo una lista de sueños que cumplir,
en los días que me restan por vivir.

Camino de la mano de Jesus y María,
serena y tranquila por la vida.

Por esto puedo afirmar
por fuera puedo aparecer adulta.

Pero en mis adentros,
aún tengo alma de niña...




Autor: MSR. 03-09-10.

1 comentario:

  1. Qué lindo! Casi lloro! Mile, escribís precioso! Me encanta! FELICIDADES!

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